A los 83 años, la famosa primatóloga inglesa habla bajito, con modales de lady, pero denuncia fuerte. Ella no oculta su desprecio por las políticas de Donald Trump, pero también quiere hablar y convencer a los que no saben (o se hacen los tontos) sobre la gravedad de la crisis planetaria.
Hay una pérdida de hábitat en todo el mundo. En los humedales, en los océanos. En cualquier lugar en donde mires.Las especies animales se están extinguiendo de manera tan acelerada.
Ante la pregunta sobre que se debe hacer, sostuvo que «si uno piensa todos los días en las consecuencias de sus pequeñas acciones, lo que comés, lo que usás, te preguntás si dañó al ambiente, si causó sufrimiento animal… Así se comienza a hacer elecciones éticas sobre la manera de vivir. Tal vez si es uno sólo, no signifique ninguna diferencia. Pero si miles, o millones o miles de millones, tomaran decisiones éticas, las cosas empiezan a cambiar.
Prosiguió, «Claro que es culpa del capitalismo y del estilo de vida del capitalismo.Y, hasta ahora, el materialismo está ganando. Estamos usando los recursos naturales del planeta como si fueran infinitos. Y no lo son. En algunos casos, el desarrollo ha usado más de lo que la naturaleza le puede dar y puede reemplazar.
Finalizó citando a Mahatma Gandhi dijo:» el planeta puede proveer las cosas que necesitan los humanos. Pero no lo que necesita la codicia humana».
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