El 87 por ciento de los inquilinos en el país tiene como máxima inquietud el precio del alquiler de su vivienda. Todos ellos destinan el 41 por ciento de sus salarios en esos pagos mensuales, sin considerar las expensas ni el pago de servicios como luz, agua y gas y los impuestos inmobiliarios. El 87 por ciento no cree que pueda alguna vez llegar a ser propietario. Estos datos se desprenden de la Federación de Inquilinos Nacional sobre las condiciones de vida y vivienda de encuestados de todo el país.
Otra dato importante es que el 97 por ciento de los encuestados considera que no existe un control efectivo sobre las inmobiliarias, lo cual tiene como consecuencia incumplimientos por parte de los propietarios y la evasión impositiva del mercado inmobiliario y la encuesta fue respondida por un 60 por ciento de mujeres, de las cuales el 25 por ciento relató que alguna vez le negaron la posibilidad de alquilar una vivienda por tener hijos.
Según la asociación porteña Inquilinos Agrupados, actualmente, “un alquiler representa alrededor del 50 por ciento de un ingreso promedio; contando impuestos, expensas y servicios llega al 70 por ciento y la tendencia es que siga subiendo. En este contexto, el oficialismo tiene frenado un proyecto de ley en la Cámara de Diputados que resolvería esta situación.”
Gervasio Muñoz, presidente de la Federación de Inquilinos Nacional, quien también afirmó que “una vez que las familias ingresan en la rueda del alquiler, con aumentos de precio que superan ampliamente los índices de inflación y de variación salarial, les resulta muy difícil salir. Esto demuestra la importancia de avanzar con el tratamiento de la Ley Nacional de Alquileres que tiene media sanción en el Senado y espera su tratamiento en Diputados. El proyecto de Ley de Alquileres introduce la figura de “alquiler social”, limita a un mes de alquiler lo que pueden cobrar las inmobiliarias como depósito de garantía y que no se podrá cobrar más de medio mes de alquiler para la renovación del contrato, entre otras medidas que apuntan a equilibrar la relación entre dueños e inquilinos.
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