Desamparo y adopción :JOEL, el niño actor de Tolhuin

El film encara las dificultades que impone la sociedad a una madre que adopta un niño que no es recién nacido. También avanza sobre los prejuicios de la propia madre y la discriminación en el ámbito educativo.“A pesar de que la trama de Joel gira en torno del chico que debe sufrir en carne propia la discriminación, la incomprensión de la sociedad a la que trata de incorporarse, el eje central es el de mostrar la lucha, el dolor, de la madre adoptiva frente a las dificultades que debe afrontar por el hecho de intentar darle una nueva vida a un chico víctima del desamparo”.

La llegada del niño revoluciona las vidas de Cecilia (Vicky Almeida) y Diego (Diego Gentile), una pareja de treinta años largos que se radicó en Tolhuin, un pequeño pueblo de Tierra del Fuego. A la pareja le toca vivir “un acelerado proceso de aprendizaje de la paternidad, y el desafío de educar al niño y tratar de insertarlo en esa pequeña comunidad, lo que pone a prueba su esquema de vida, en el marco del conflicto que se desata en la única escuela pública del lugar donde concurre el niño”. Los problemas, como suele ocurrir en la vida real que inspira el film, ponen en máxima tensión no sólo la relación con el marco social en el que viven, sino incluso el vínculo de la pareja. “A partir de la complejidad de la adopción tardía, la discriminación en el ámbito de la comunidad educativa y la situación de vulnerabilidad de los chicos sin contención social y familiar, se propone un debate sobre la convivencia, la igualdad de oportunidades y los valores de nuestra sociedad”

Sorín se interesó en el tema porque “es sabido que cuando se piensa en adopción se piensa en un recién nacido, en un bebé de pocos meses porque se supone que en esa edad el niño es una criatura que se puede modelar según el criterio de los adoptantes y está poco influenciado por su pasado”. En cambio, “es más difícil cuando se trata, como el caso de Joel, de un chico de 9 años que arrastra una historia dura que lo ha marcado”. 

Los padres adoptivos de Joel no escapan a la regla general de los que quieren bebés y aceptaron hacerse cargo de él porque no tuvieron otra alternativa, a pesar que en su interior piensan que ya es una persona con una formación negativa que le va a costar superar”.

El Joel de la historia tuvo un padre que no se hizo cargo de él y una madre muy joven que dejó la responsabilidad de criarlo en manos de una abuela. Cuando la anciana muere, el que aparece en escena es un tío que lo inicia en pequeñas prácticas delictivas. “En el pueblo pequeño donde viven, el niño y su nueva familia tienen que afrontar los prejuicios sociales, raciales y culturales de los que todos somos víctimas, incluyendo todos los temores que llevan a que la adopción de niños que dejaron de ser bebés sean dejados de lado, cuando necesitan la contención familiar que no han tenido”.

Be the first to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo no será publicada.


*