La industria moviliza toda la actividad de la zona norte y en el comercio el impacto será de lleno

“El factor que incidió muchísimo fue esta fuerte devaluación y la corrida bancaria hacia el dólar. Esto impactó negativamente en el ánimo de la gente, tanto del consumidor como del comerciante en general, y uno no sabe bien donde está parado”, así  se  expresó el vicepresidente de la Cámara de Comercio de Río Grande, José Luis Iglesias.

Además, advirtió sobre una “crispación en la sociedad por la caída de los puestos de trabajo”, adelantando “un panorama conflictivo en lo social y conflictivo en lo comercial”.

El aumento de las ventas por las redes sociales lo atribuyó a cuestiones de “necesidad” de la gente. “No es que hayan decidido ser empresarios, sino que están tratando de buscar una respuesta a una realidad acuciante. No es que esta gente busque ser informal sino que muchas veces los empuja la situación”.

La crisis llegó a tal punto que hay un grupo que analiza “si realmente le conviene estar abierto a la mañana o cerrar”, anticipando la posibilidad de una reducción horaria para subsistir. “Todos los factores son negativos y en otro momento nadie lo tenía en cuenta, como el costo del estacionamiento para el consumidor, además del aumento de la luz para el comercio. El bolsillo se le termina tanto al comerciante como al consumidor”, enfatizó.

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