El ex presidente de Bolivia Evo Morales afirmó este miércoles, 24 horas después de llegar asilado a México, que está dispuesto a regresar a su país si el pueblo se lo pide, con el objetivo de «pacificar» la nación andina, y desconoció la autoridad de su autoproclamada sucesora, la senadora Jeanine Áñez.
Asimismo, Morales propuso la instalación un «diálogo nacional» como «única forma de parar» la crisis desatada a partir de las elecciones del 20 de octubre pasado.
«Si mi pueblo pide, estamos dispuestos a volver para pacificar, pero es importante el diálogo nacional», dijo el ex mandatario en conferencia de prensa.Morales también se refirió a su dimisión, y afirmó que se debió a los diversos actos de violencia que se dieron el día anterior, entre los que denunció la quema de la casa de su hermano y de varios de sus gobernadores, además de amenazas de muerte a múltiples funcionarios. «Ahora que renunciamos, paren. ¿Por qué siguen con la violencia?», preguntó.
Como ya dijo el martes tras llegada al aeropuerto de México, el político destacó que su gran delito «es ser indígena«. «No podía entender cómo mis comandantes pudieron tener esa deslealtad. Eso confirma que mi gran delito es ser indígena», subrayó. Además les pidió que no se manchen con la sangre del pueblo», agregó.
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